Antes que nada es importante destacar que Manizales fué la capital del llamado "Gran Caldas". En el año de 1966 se desintegró dando origen a los actuales departamentos de Caldas, Quindío y Risaralda. Aún con los avatares de la política, da gusto constatar que aparte de las particularidades de cada uno de los departamentos que componen el eje cafetero, se mantienen los lazos de colaboración, la integración y una identidad que la caracteriza como región. Una de las imágenes que me generan gratos recuerdos, son los viajes por carretera desde Pereira a Manizales. Es un placer para los sentidos subir la montaña y disfrutar de los paisajes que no dejan de aparecer durante todo el trayecto. Es impresionante¡¡¡¡. La autopista del café une las tres capitales del eje y hace muy fácil y agradable el desplazamiento. Manizales es una ciudad muy bonita, el centro de la ciudad conserva elementos arquitectónicos muy interesantes, grandes casonas que dan testimonio de su historia
Cada uno interpreta sus raices de diferentes maneras. El café, el verde de las montañas, refrescantes ríos y quebradas, ciudades y pueblos llenos de gente amable. Disfrutarla en las cosas más elementales, hacen de esta tierra un lugar entrañable.